jueves, 29 de abril de 2010

Conclusión simple; ni la ausencia ni el tiempo son nada... ¿Qué carajo pasa? ¿Con qué oración termino esta frase que dejamos incompleta por no saber qué es lo que nos une tanto? ¿Qué es lo que hace que ahora te espere con tantas ganas? Finalmente me voy a convencer con algo. El hombre y la mujer nacieron para estar separados, para necesitarse constantemente, no para estar juntos; pero nada es imposible y lo imposible siempre tarda un poco más y nada que se consiga sin esfuerzo es tan valioso (Esto es una cadena de suposiciones o afirmaciones que se conectan, ¿ves?) Como nos conectamos nosotros, conexiones sin sentidos, hilos que nos unen y nos separan al mismo tiempo, distancias que ya viví antes. Suene ilógico , estúpido , ficticio, nos unen más cosas que los kilómetros que nos separan y yo te espero. Siendo mío te comparto como si fueses un completo desconocido, como si viviésemos constantemente en ese primer segundo que te vi y eras un desconocido más, que al siguiente segundo se convirtió en alguien especial. Haces que todo lo que conozca de vos me encante y que lo que no me muestres, me lo imagine como todo lo tuyo, PERFECTO. Ninguna situación es tan terrible que no sea susceptible de empeorar. Me conoces, te conozco, mientras que podríamos seguir jugando el papel de completos desconocidos- Decepción. La mía es distinta a las otras decepciones. Mi decepción acarrea la bronca del "otra vez" y la automentira del "nunca más".